The World Travelers
Bicycles, like all forms of transportation, represent a type of freedom. When we bring this symbol into a work of art, we are met at the intersection of our personal histories and the vast possibilities of the journeys that lay before us.
The ladders around my paintings work in a similar way, and they act like “crutches” for the bicycles. They appeared in my artwork before the bicycles. A ladder is a symbol of ascension and reaching out. They lead to other platforms and perspectives.
While not entirely abstract, my bicycles travel through paintings that contain a sense of musical exuberance, in fields of colors that converse across an imagined landscape. By air, by sea, by land; these bicycles are not confined to the laws of physics, but instead exist in their magical world.
I always quote my father, when first teaching me to ride a bike, in telling the story of these works: “His words were, ‘If you keep looking forward and remain undistracted, you will not lose your balance and fall. But if you do fall, brush yourself off and start cycling again.” This determination to keep moving forward, to explore continually, is evident in my work. Furthermore, the openness of the territory expresses the freedom and enormous possibility that comes when we study the world on a bicycle.
Viajeras del Mundo
Las bicicletas, como todo medio de transporte, representan una especie de libertad. Al incorporar este elemento como símbolo en una obra de arte, podemos percibir una intersección entre nuestras historias personales y las posibilidades incalculables que nos ofrecen las trayectorias que nos aguardan.
La función y el significado de las escaleras en mis obras es similar al de las bicicletas. Ademas, estas actúan como “soportes” de las bicicletas. Las escaleras aparecieron en mis obras antes que las bicicletas. La escalera simboliza ascensión y la posibilidad de llegar más allá; estas nos elevan hacia otras plataformas, nos ofrecen otra perspectiva.
Aunque no son completamente abstractas, mis bicicletas viajan por las obras que en si contienen una exuberancia musical, en campos de colores que conversan a través de paisajes imaginarios. Por aire, por mar, o por tierra, las bicicletas no están circunscritas a las leyes de la Física, sino que existen en su mundo mágico.
Siempre cito las palabras de mi padre cuando me enseñó a montar en bicicleta cuando describo estas obras. El me decía, “si miras hacia adelante, sin distracciones, no perderás el equilibrio ni te caerás. Pero si te caes, sacúdete y vuelve a pedalear.” Esta determinación para seguir adelante, para explorar continuamente, es evidente en mis obras, además del espacio abierto que representa la libertad y el sinnúmero de posibilidades que llegan a través del estudio del mundo en bicicleta.